El aire acondicionado se ha convertido en un electrodoméstico de uso cotidiano y generalizado utilizado tanto en invierno como en verano. Ha pasado de ser un electrodoméstico exclusivo a ser muy común en hogares, comercios e industrias, principalmente por la amortización de la tecnología originaria y la bajada de precios de los actuales equipos de climatización, gracias, en parte, a la proliferación de diversas marcas y opciones en el mercado, así como la evolución en la tecnología de fabricación.

Y a pesar de que una máquina de aire acondicionado forma parte línea blanca de electrodomésticos tiene sus peculiaridades del que casi ningún otro dispone. Una de ellas es que un aire acondicionado necesita de un mínimo de mantenimiento para conseguir un rendimiento óptimo de funcionamiento.

De su mantenimiento dependerá la calidad del ambiente de la estancia, que proliferen o no los brotes alérgicos, pero también la durabilidad de la máquina y un menor consumo de la misma o un consumo eficiente.

Todos los aparatos de climatización llevan integrados unos filtros responsables de purificar el aire que toman de cada una de las estancias de la vivienda,  para enfriarlo o calentarlo, según la época, una especie de tamiz que lo depura de partículas y alérgenos, pero que si no están limpios podrían dejar de realizar su función.

 

Estos filtros necesitan un cuidado frecuente para que el aparato funcione de la forma más óptima y eficiente. En determinados casos el mantenimiento es muy sencillo. Pero en algunas máquinas de aires acondicionados convencionales los llevan escondidos en lugares poco accesibles o bajo incómodas cubiertas. El técnico conoce bien cómo acceder a ellos sea el modelo que sea.

¿Cómo mantener en perfecto estado mi máquina de aire acondicionado?

Hay que tener en cuenta que los filtros, los intercambiadores de frío y calor y el ventilador interior tienden a ensuciarse con frecuencia y obstruyen la salida de aire, incluso evitan que se produzca un correcto intercambio de frío o calor tanto en la unidad interior como en la unidad exterior. Cuando esto sucede baja de manera considerable su rendimiento e incluso haciendo que éste sea completamente nulo, aumentando en muchos casos el consumo eléctrico, forzando su funcionamiento y reduciendo, al final, la vida útil del mismo.

En un año sin limpiarlos se pueden llegar a poner así:

¿Por qué limpiar los filtros?

Por este motivo, para el mantenimiento de una máquina de aire acondicionado es fundamental que los filtros, generalmente fabricados con nylon y con multitud de variantes en su composición y nomenclatura, estén limpios. Si no lo están, debemos limpiarlos ya que son la primera y principal barrera protectora que tienen los equipos de aire acondicionado para mantenerse en plena actividad limpiando, filtrando y atrapando la mayoría de las partículas en suspensión del aire. Realizar una limpieza del aire acondicionado y de sus filtros, nos ayudará a tener una mejor calidad de aire y a reducir el consumo y aumentar la vida de nuestro equipo.

Los filtros se encargan de favorecer que el climatizador trabaje a pleno rendimiento. Cuando no los limpiamos de forma habitual, pueden obstruirse con el polvo acumulado y provocar un mal funcionamiento, generar olores e incluso favorecer los brotes alérgicos.

Hay que tener en cuenta que los filtros son los encargados de atrapar las partículas del aire  que nos rodean y producir una ventilación libre de contaminantes y alérgenos. Por lo que si están sucios y atascados su capacidad de depuración puede verse reducida y afectar a la calidad del aire que respiramos.

La falta de mantenimiento de los filtros del aire acondicionado, que no tienen una limpieza continuada, son uno de los  responsables más habituales de los malos olores.

¿Cómo limpiar los filtros?

Limpiar los filtros de un aire acondicionado split es una tarea muy sencilla, bastará con desmontar los filtros y aplicar un aerosol desinfectante específico para este tipo de electrodomésticos y enjuagar con una carcher con agua templada, frotándolos ligeramente con nuestras manos para desprender la suciedad más resistente.

Es convenientes saber que para limpiar los filtros de un aire acondicionado nunca deberíamos de utilizar productos abrasivos, ya que podemos estropear los materiales de los que están construidos, llegando a dejarlos inservibles. Tampoco es conveniente utilizar cepillos de cerdas duras, para evitar la posibilidad de “deshilachar” el tejido, produciendo agujeros y reduciendo la capacidad de filtrado.

Una vez limpios, será conveniente dejarlos secar antes de colocarlos de nuevo en nuestro aire acondicionado.