Parece que por fin comienza a refrescar un poco, después de un largo y caluroso verano. Es hora de hacer el cambio de armario, ir preparando las vacaciones de Navidad, pero también de revisar la caldera si queremos evitar futuras averías y mantener la casa a la temperatura adecuada.

Durante el verano, nuestras calderas permanecen apagadas. Estos meses de inactividad pueden afectar al funcionamiento de nuestra caldera o desgastar sus baterías. Así que si no quieres llevarte un disgusto y tener tu casa bien calentita cuando lleguen los días de frío es importante que revises a tiempo tu sistema de calefacción.

En primer lugar, debemos comprobar, con la caldera en frío, que la presión sea la adecuada. Normalmente se aconseja que la presión sea de 1,5 bar. Si nuestra caldera está a menos de 0,5bar puede producirse una avería. Igualmente, una presión muy alta, también puede ocasionar algún problema, ya que por encima de 3bar, subirá tanto la presión que se desactivará la válvula de seguridad y goteará.

Igual de importante es que la maquinaria esté limpia y revisemos que el conducto de gas no presenta ningún desperfecto o fisura. Antes de poner en marcha la caldera recuerda que algunos modelos tienen la opción de cambiar el modo de verano a invierno y que el termostato debe trabajar a una temperatura de entre 70 y 80 grados. Si este es digital, funciona con pilas, así que si comienza a fallar revisa antes que no se hayan agotado las pilas del termostato.

Al revisar tu caldera puedes evitarte algunas de las averías más comunes en la calefacción del hogar. Veamos algunas de ellas:

Mi caldera hace ruido: si escuchas algún tipo de rozamiento en tu caldera, probablemente es que haya una avería en la bomba. El personal técnico de Klimia podrá evaluar si se puede reparar o se necesita sustituir la pieza.

Caldera con baja presión: con el uso, las calderas pueden sufrir una bajada de tensión lo que provoca que no se caliente el agua y la calefacción no funciona correctamente. Puedes intentar resolverlo tú mismo, ajustando la presión de la caldera. Pero si el fallo persiste, lo mejor es que contactes con nosotros. Ya que, con una presión muy baja, se activará el sistema de seguridad que evitará que no se ponga en marcha.

Salida de humo obstruida: cuando el monóxido de carbono no está siendo expulsado correctamente por la caldera tenemos un problema grave. Llámanos cuanto antes para realizar una evaluación.

-La caldera se apaga espontáneamente: cuando la bomba de recirculación está bloqueada, al encender la caldera observarás que sube la temperatura pero que al poco se apagará automáticamente. Necesitará de la intervención de nuestro equipo técnico para solucionarlo.

Otras averías: el corte en el suministro del gas, problemas con la sonda de la temperatura o la rotura de la válvula de seguridad son otras de las averías más comunes de las calderas.

Si quieres evitar estos u otros desperfectos, lo mejor es que aproveches ahora que todavía no ha llegado el frío para revisar tu sistema de calefacción. Recuerda que en Klimia instalamos y mantenemos todo tipo de calderas (gas, gas-oil, pellet o estufas) tanto para particulares como a nivel industrial. Ante cualquier duda, contacta con nosotros estaremos encantados de atenderte.